jueves, 26 de marzo de 2009

Tanqueta tipo 97 Te-ke



Escala 1/35
Fabricante: Fine Molds

Bonito e inútil

Al comenzar la segunda guerra mundial el pequeño carro de combate Tipo 97 Te-ke era el tanque principal del ejército imperial japonés. Inspirado por el carro francés FT 17, con sitio para dos tripulantes, pobremente armado y protegido, fue concebido como arma de apoyo para la infantería. Desde el comienzo de la contienda sus limitaciones probaron que era totalmente inadecuado para la mayoría de las tareas que se le habrían de encomendar. Una de sus pocas virtudes fue su motor de gasoil que consumía poco combustible y era difícil de incendiar. A pesar de su obsolescencia sirvió hasta el final de la guerra.
Su producción comenzó en 1937 y al igual que su antecesor, el Tipo 94, también fue utilizado como tractor o transporte de pertrechos.
El armamento principal consistía en un cañón de 37mm con un ángulo de fuego de -15 a +20 grados en torreta giratoria de 360 grados. La munición podía perforar un blindaje de 45mm a 300 metros, lo que lo hacía inadecuado contra cualquier carro de combate de la época. El comandante del carro tenía que cargar y disparar el cañón.
Quizás lo peor de este vehículo era su blindaje que variaba desde los 4 hasta los 16mm, hasta las armas portátiles de pequeño calibre podían atravesarlo.

Mejor la maqueta

Al contrario que el vehículo real, la maqueta da gusto. No es de extrañar pues la casa Fine Molds se ha caracterizado desde siempre por producir unos kits muy por encima de la media.
El único inconveniente de la maqueta son las instrucciones, completamente en japonés excepto por las reseñas de color.
La maqueta incluye además de las piezas en plástico inyectado, una plancha de fotograbados, cadenas de eslabones separados y dos figuras.
Para aprovechar que el interior del carro está bastante detallado decidí dejar todas las portezuelas y escotillas abiertas para poder verlo.
Al comenzar a estudiar las piezas y el montaje me vinieron a la cabeza una serie de ideas que pensé que podía aprovechar en este proyecto, una de ellas fue la de hacerlo abandonado y en un estado de deterioro avanzado, es decir, muy oxidado. Me había gustado mucho el resultado que había tenido en anteriores maquetas con los lavados de óxido en dos componentes de modo que eso fue lo primero que tuve en mente al empezar a montar el interior ya que me imaginé que sobre el color blanco podría sacar una buena variedad de tonos. Otra de las técnicas que había probado últimamente fue la de los pigmentos “soplados” y pensé que le aportaría una sensación de abandono mayor.
Por último tenía pendiente desde hace un año lograr un buen volumen de agua transparente ya que la última vez que lo intenté acabó en desastre.

Con estas tres ideas básicas fui dándole forma en mi mente a como quería que luciese la escena una vez acabada.
Ya que el óxido y los pigmentos taparían la casi totalidad de las superficies no importaba mucho todo lo que me esmerase en la pintura por lo que decidí realizarla de una forma esquemática y un poco somera.
La mayoría de las técnicas que emplee para la pintura son completamente habituales para mi y de sobra conocidas por la mayoría de los modelistas (además pueden verse en cualquier artículo de tanques) por lo que las enunciaré sin más y me detendré en las más especiales para describirlas con un poco de detalle.


Base
-pintura base
-luces y sombras con acrílicos diluidos tirados con aerógrafo
Este proceso lo seguí sucesivamente con los cuatro colores del camuflaje enmascarando cada vez el color anterior y empezando a pintar con los más claros siendo el primero el amarillo.
-Filtro general con color arena muy, muy diluido.

Efectos de volumen
-lavados con óleos de colores oscuros (marrón y negro)

Efectos cromáticos
-filtros locales con diversos colores de acrílicos al agua

Efectos de desgaste
-Esponjados:
Hace unos meses pude observar como algunos modelistas obtenían unos resultados muy realistas con esta técnica que permite crear manchas diminutas que se pueden ir acumulando para crear zonas más castigadas que otras.
Básicamente consiste en estarcir la pintura del color que queramos con un trozo de esponja empapado en esta. La dificultad de esta técnica reside en controlar la cantidad de pintura que dejamos que impregne la esponja así como la densidad de la pintura, ya que si es muy líquida nos dejará la maqueta encharcada sin depositar apenas pigmento.
Yo he tardado mucho tiempo y he estropeado muchas maquetas (viejas) hasta encontrar el equilibrio entre estos dos factores, pero al final estoy muy contento con el resultado.
Al igual que ocurre con la mayoría de las técnicas de pintura, esta puede aprovechar el efecto de acumulación de forma que si aplicamos sucesivamente diferentes tonos podemos obtener una manchas más realistas.

En este caso utilicé primero un color anaranjado con el que insistí bastante en las superficies más planas, luego con un color marrón medio intenté “pintar” dentro de las manchas anaranjadas y por último con un color chocolate oscuro para las manchas más “viejas”.
Con esta técnica podemos realizar muy fácilmente los desconchones en las aristas, bordes de los guardabarros, etc.

-Lavados con óxido de dos componentes:
Desde hace un par de años o más he estado utilizando este producto en mis tanques, se trata de una solución metálica que se aplica con un pincel igual que una pintura y luego un segundo producto que al aplicarlo sobre el anterior oxida el componente metálico. Entre ambas aplicaciones hay que esperar unas 24 horas.
Existen varias marcas que comercializan este producto E incluso algunas de ellas ofrecen toda una gama de metales que van desde el cobre al estaño, si a esto le sumamos el que también nos ofrecen varios tonos de acabados con los oxidantes la variedad se multiplica. Pero la cosa no acaba aquí. Dependiendo de la cantidad de veces que apliquemos el oxidante también obtendremos acabados diferentes, y por si fuera poco el primer producto (el metálico) puede aplicarse con la mayoría de las técnicas de pintura a pincel que conocemos; aguadas, pincel seco, estarcidos…. eso sí, no intentéis tirarlo con aerógrafo.
En este caso, para machacar bien la maqueta, aplique el componente metálico en sucesivas aguadas que en algunas zonas fueron más espesas que en otras como por ejemplo en las cadenas.
Luego aplique dos tonos diferentes de “oxidantes” con el pincel por zonas y en algunas ocasiones superponiéndolos.
En las zonas que tenían que estar más oxidadas lo apliqué más de una vez.


Efectos de ambientación
-Pigmentos soplados:
Creo que los pigmentos son el gran descubrimiento de esta década, recuerdo que al principio recurría a lijar barritas de pasteles para obtenerlos pero desde hace algunos años y gracias a empresas como Mig podemos disponer de multitud de colores y tonos de óptima calidad listos para usar.
Personalmente ha trasteado bastante con los pigmento y los he aplicado de muy diferentes formas y para una buena variedad de aplicaciones, desde el barro hasta la pintura deteriorada. Sin embargo para lo que más recurrimos en general a los pigmentos es para recrear la tierra y el polvo acumulados.

En esta maqueta lo que quería simular era una capa de tierra que se había depositado y escurrido sucesivamente durante un largo período de tiempo, este efecto es fácil de observar en cualquier vehículo que haya estado a la intemperie, no está igual de sucio después de un día de lluvia que tras unas semanas de sequía acumulando polvo.
Con esta idea en mente se me ocurrió que la mejor forma de representar el efecto de la suciedad escurrida por la lluvia era precisamente ésta, la lluvia.
Primero apliqué el pigmento con una aguada empapando bien toda la maqueta y antes de que el agua se evaporara del todo comencé a tirarle agua a presión con el aerógrafo intentando hacerlo desde un ángulo “natural”, es decir, de arriba abajo o con un poco de inclinación. De este modo el pigmento se fue depositando en los sitios donde debe hacerlo de forma natural.
Una vez seca la capa de pigmento me di cuenta de que la mayor parte se había escurrido fura de la maqueta de modo que repetí el proceso un par de veces más aprovechando para utilizar distintos tonos de tierra hasta que logré el efecto que buscaba.

El lecho de la laguna

Con todo el proceso de pintura de la maqueta estaba bastante seguro de lo que tenía que hacer y en caso de que algo fallara confiaba en poder corregirlo sin grandes dificultades.
Sin embargo con respecto a la peana estaba bastante preocupado por no decir otra cosa.
La peana en sí misma no es gran cosa, simplemente formé una “piscina” con cinta adhesiva alrededor de esta a modo de encofrado para ir creando el terreno en el interior.
Para ello cree una mezcla de piedras, arena, pigmento de color arena, bastante agua y un poco de cola blanca y una vez bien mezclado todo lo deposité sobre la peana y con un par de meneos logré que quedara bien repartida.
Tuve que esperar un par de días hasta que se evaporara toda el agua para poder pasar a la hora de la verdad.
Hace un año había intentado crear una masa de agua transparente para una escena después de haber invertido un montón de tiempo en el detallado y pintura de un Su-85 y al final la resina que me habían recomendado no se comportó como debía con el resultado de que acabó todo en la basura ya que no pude recuperar la maqueta.
Esta vez recurrí a otra variedad de resina y con la única advertencia de no tirar capas de más de un centímetro de espesor, me encomendé a todos los santos del modalismo y procedí a tirar la primera capa. En seguida me llevé un buen susto ya que la resina era tan espesa que creí que no se depositaría de forma homogénea. Por suerte no fue así y después de dejarla secar 24 horas
procedí a un segundo y último vertido.

El único inconveniente fue que esta resina mengua, yo diría que 1mm por cm. de modo que tuve que lijar los bordes con esmero y luego barnizar encima para que quedara toda la superficie igual de brillante.

Y este es el final de la historia, todo el proceso me llevó un par de meses durante los cuales aproveché para aplicar estos trucos en otras tantas maquetas.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Tanque ligero T-70







Maqueta:Miniart
Escala 1/35

Una breve introducción

El T-70 fué el último de una serie de vehículos ligeros de reconocimiento que comenzó en la década de los 30 con el T26 y que finalizó en 1943 habiendose fabricado más de 8.000 unidades de los modelos T-70 y T70M.
Inspirado diréctamente por su predecesor el T-60, utilizó muchos de sus conceptos; tripulación de dos hombres, blindaje frontal muy inclinado, flotabilidad, etc. Sin embargo la necesidad de una mejor protección así como un arma más potente hicieron necesario el diseño de este nuevo tanque ligero, de lo cual se encargó el departamento de diseños de la fábrica GAZ, a cargo de N.A. Astrov.


Una gran entrada

La maqueta de Miniart es muy buena, sobre todo si pensamos que es la primera que saca al mercado. La principal diferencia entre el T-70 y el T-70M era que el último utilizaba unas barras de torsión 2mm más anchas , ruedas 24mm más anchas y eslabones de cadena más grandes.
Estos detalles están bien representados en la maqueta y solo un par de pequeños errores pueden apreciarse pero se pueden correjir muy fácilmente.
Las instrucciones de la maqueta son perfectamente claras, con llamadas de colores, calcas y partes opcionales durante el montaje. Éste resulta de lo más sencillo gracias a un despiece inteligente y una cantidad de piezas nada exagerada a pesar de contar con cadenas de eslabones. Un grán acierto son las piezas en plástico transparente para los periscopios.

Un buen pasatiempo

El montaje de la maqueta resultó muy rápido, y solo me detuve para hacer alguna pequeña corrección; sobre la torre rebaje uno de los lados 1mm para que tuviera la forma correcta luego rehice los refuerzos y líneas de soldadura.
En el casco reemplace las rejillas de la maqueta por otras de metal y los tubos de escape por hilo de estaño, también sustituí algunas abrazaderas por otras más finas y con esto acabé con el detallado.
Pinté todo el caro con color verde ruso antes de colocar los guardabarros para poder montar las cadenas sin problemas.
Antes de dejar montado el tren de rodaje le apliqué a los bajo una serie de lavados con pigmentos de MIG de color tierra oscura y a las cadenas les hice un “tratamiento completo” a base de lavados con acrílicos de Vallejo, pigmentos y grafitado. Las ruedas tensoras recibieron un trato similar, una vez seco todo coloqué las cadenas (que previamente había pegado en secciones) y los guardabarros.

La ocasión la pintan…..y la enjabonan

Desde el principio me pareció una ocasión ideal para seguir probando efectos con la técnica del jabón, ideal para los camuflajes invernales muy deteriorados.
Con esta idea en mente protegí la zona de el tren de rodaje con papel de plata y realicé algunos efectos sobre el verde base como luces, sombras, filtros locales, y algunos fundidos con óleos.
La técnica del jabón ya la he explicado otra veces, primero aplica una pintura sintética ( en este caso barniz ) para proteger la base ya que el jabón no la afectará. Luego se pinta con pintura acrílica del color que queramos para el camuflaje e inmediatamente se sumerge la maqueta en agua y se esparce jabón de lavadora sobre ella. Se deja actuar el jabón unos 30 segundos y se sumerge la maqueta en agua otra vez. Eso es todo.

Para darle más vidilla a los colores comencé por unos lavados muy selectivos sobre las hendiduras y algunos detalles con óleos negro, chocolate y granate.
Utilicé óxido de dos componentes en los escapes aplicados directamente y en forma de lavados sobre algunas de las planchas, sobre todo en las trasera y frontal inferiores.
Para suavizar los efectos de óxido y dar una sensación general de suciedad apliqué unos embarrados muy suaves con acrílicos y luego también con pigmentos. Los embarrados son una técnica similar a los filtros y los efectos que producen también son parecidos. Consiste en mojar la maqueta con agua y depositar sobre la superficie húmeda pequeñas gotas de pintura diluida en agua para que se esparzan, al secarse quedan zonas con un tono un poco diferente y a la vez difuminado. Si lo hacemos con pigmentos en polvo el efecto es el de tierra acumulada después de una lluvia.

Para dejar el carro con una apariencia un poco más operativa confeccioné unos macutos y bolsos con la ayuda de unos moldes de silicona, el material que utilicé es masilla de dos componentes ya que puedo desmoldearlo mientras aún esta “blando” para así presionarlo sobre la maqueta y que se adapte a la superficie.
Por último froté algunas aristas y detalles con grafito en polvo insistiendo en las cadenas y la rueda tractora.


Hechando un vistazo a la página de Miniart he visto que entre las maquetas que tienen previsto editar figura el Su76, no veo la hora de ponerle las manos encima!

KV8 Lanzallamas





El carro de combate pesado KV1 fue el tanque normalizado en el ejército de la Unión soviética hasta el año 1943, producido en masa desde 1940 y luego reemplazado por el JSII.
De las muchas versiones fabricadas una de las más llamativas es la del lanzallamas denominada KV8 que solo se diferenciaba del KV1 por su cañón de 45mm que estaba encajado en un tubo de mayor diámetro para que pareciese el cañón habitual de 76mm y su lanzallamas coaxial modelo ATO-41. Concebido como carro de apoyo a la infantería el KV8 podía transportar 960 litros de combustible para el lanzallamas y 92 proyectiles para el cañón.
El lanzallamas podía lanzar tres ráfagas cada diez segundos y su alcance variaba entre los 60 y 100 metros dependiendo de la mezcla de combustible.
Normalmente los KV8 se utilizaban conjuntamente con la versión lanzallamas del T34, el OT34, aunque el primero era el preferido ya que podía transportar 5 veces más combustible.

Sobre la maqueta


La casa Trumpeter ha comercializado toda una familia de modelos del KV1 a escala 1/35 de óptima factura, lo cual viene de perlas para olvidarnos ya de aquella vetusta maqueta de Tamiya.
Uno de los modelos es el de torreta simplificada de 1942, que incluye las piezas necesarias para montar la versión lanzallamas, aunque misteriosamente no hacen ninguna mención al respecto. En el manual de instrucciones viene indicado como una opción de montaje en el paso 11 como si fuera una simple selección de armamento y encima no incluyen ninguna opción de decoración para esta versión. Muy mal hecho Trumpeter!
La maqueta en sí ya es de sobras conocida por casi todos los modelistas del mundo; buena calidad, buen detalle, buen montaje, cadenas opcionales en caucho flexible o en tramos y eslabones separados, cables de metal trenzado, pero las instrucciones y referencias decorativas, parcas…muy parcas.

Sobre el montaje

Monté la maqueta de un tirón, sin accesorios ni complementos. En pocas horas ya estaba lista para empezar a pintar.

Sobre la pintura


Antes de terminar de montar todas las piezas les apliqué una base de color verde ruso para no tener problemas de acceso más tarde con piezas como el interior de las ruedas, etc.
Después de aplicar unas subidas de luces y algunas sombras mediante filtros locales con el aerógrafo, procedí a “oxidar” los bajos y las ruedas con Magic Metallic, un producto de dos componentes que simula el óxido perfectamente.
Seguidamente coloque las calcas en los laterales de la torre con la ayuda de los productos Micro Set y Sol.
Luego le toco el turno a los perfilados con óleos y más tarde a los fundidos.
Después de dejar que secara bien el óleo procedí a dar unos tenues filtros con pinturas acrílicas a pincel. Todas estas capas de pintura son para ir aportando variedad cromática a la maqueta.
Antes de proseguir con la “paliza” de tonos pinté todo los detalles como luces, faros, ametralladora, etc.
Una vez liquidados estos detalles comencé con los pigmentos. Hay muchas formas de trabajar con los pigmentos y dependiendo de el efecto que busquemos podemos recurrir a una técnica u otra.
Para esta maqueta en particular quería buscar una sensación de polvo y tierra vieja acumulada, que solo se va yendo parcialmente por los efectos de la intemperie y se va mezclando con sucesivas capas de más polvo y tierra.
Para buscar este efecto probé algo que no había hecho antes. En primer lugar apliqué el pigmento color tierra de MIG en los recovecos con la ayuda de un pincel mojado en agua.
Una vez seco procedí a difuminar estas manchas con otro pincel de cerda más dura también mojado en agua pero estarciendo sobre el pigmento, es decir, golpeando suavemente con el pincel en forma vertical.
Cuando el pigmento estuvo seco otra vez eliminé buena parte de este con la ayuda de un cepillo de cerda blanda y comencé el proceso otra vez con otro tono de pigmento.
El proceso fue más intensivo en los bajos de la maqueta así como0 en el tren de rodaje y en las cadenas.
Para terminar froté las zonas de más exposición como aristas y detalles en relieve, tren de rodaje y cadenas con pigmento metálico, para ello me serví de un bastoncillo o en algunos casos directamente de un lápiz de grafito.
Todo el trabajo de la maqueta no me llevó más de 20 horas , lo suficiente como para que no me cansara y pudiera comenzar con otro KV, si es que con maquetas como estas uno se lo pasa en grande!

HUMBER MK.I SCOUT CAR




Fabricante:SKP
Escala: 1/35

Al comienzo de la segunda guerra mundial el ejército británico ya contaba con un excelente vehículo de exploración, el Daimler Dingo. Sin embargo la empresa Daimler no podía satisfacer por si sola la creciente demanda de este tipo de vehículos por lo que se recurrió a otras empresas para producirlos.
La empresa Rootes Group desarrolló un vehículo similar al Dingo aunque más grande y pesado basado en el tractor de artillería KT4 del ejército hindú y comenzó a fabricarlo en 1941.
En un principio se utilizó en la vigilancia de aeropuertos aunque con el paso del tiempo fué desarrollando cada vez más tareas de reconocimiento, escolta y enlace.
Aunque los Humber fueron designados oficialmente como vehículos ligeros sus tripulaciones se referían a ellos como "pesados" en comparación alos vehículos similares anteriores. El modelo Mk.I estaba equipado con un motor Rootes de 6 cilindros de gasolina de 90 caballos que le permitía circular a una velocidad de 72 km/h con una autonomía de 400 km. La tripulación era de tres hombres y el armamento consistía en una o dos ametralladoras Besa o Bren sobre un montaje parrish-lakeman sobre el techo que podía ser accionado desde el interior del vehículo.
El humber Mk.I fué utilizado en casi todos los teatros de operaciones por los ejércitos británicos, polacos, checoslovacos, etc.
La fabricación cesó en 1945 con un total de 1698 vehículos.

Una nueva marca, una nueva maqueta

Hace unos pocos meses empezaron a circular por la red las primeras fotos de esta curiosa maqueta que sería la primera incursión en el mercado de las maquetas de plástico de la recientemente creada casa SKP de la Republica Checa.
En seguida me puse en contacto con la casa para poder tener un modelo cuanto antes ya que me pareció de lo más original. Al poco tiempo recibí la maqueta y me puse con ella sin dilación.
El detalle de la maqueta es bueno en general pero adolece de algunos fallos que tendremos que subsanar para poder montarla sin problemas. El peor de ellos es el de las señas deinyección en las piezas que en algunos casos son tan grandes que impiden que las piezas puedan pegarse unas con otras, nada que no pueda arreglar una lima y un poco de paciencia. El segundo es el excesivo grosor de algunas piezas como los guardabarros, otra vez simple cuestión de lijar un poco. El tercero es el de la simplificación de algunos detalles como el montante de las ametralladoras o los espejos retrovisores. En estos casos tendremos que hacer algo más que lijar.
La construcción de la maqueta comienza con el bastidor del vehículo, gracias a las instrucciones claras no supone ningún esfuerzo. Llegados a los pasos 5 y 6 empezaremos a pegar algunas de las piezas fotograbadas que incluye la maqueta. En el paso 7 comienza el montaje del chasis y la suspensión que requerirá de mucha atención y pruebas antes de pegar las piezas.
A partir del paso 11 empezaremos acolocarlos detalles y piezasmáspequeñas de la maqueta. En el casode los espejos, anclajes, etc. podemos recurrir ( como hice yo) a la caja de restos de fotograbados, las Bren son un poco bastas así que podemos sustituirlas por otras de Dragon o Italeri. El único trabajo de scratch que realicá fué con el montaje de las ametralladoras, nada complicado, unas varillas, unos tubos de acero, un poco de cianocrilato y algún detallito de plasticard. Eso sí os recomiendo que miréis en la red las abundantes fotos de museos que se pueden encontrar de este vehículo.

Para la decoración de la maqueta el fabricante nos propone tres vehículos; uno polaco, otro checoslovaco y otro británico, todos ellos en color verde.
Como recientemente había recibido una muestra del nuevo kit de Bison Decals sobre tanques polacos que incluye las calcas para tres Humbers Mk.I decidí utilizarlas en lugar de las del kit. Elegí en concreto un vehículo del primer regimiento de lanceros krechowiecki de la segunda división acorazada Warsawska en Italia en 1945.

Una pintura sencilla

Comencé pintando una capa base de color verde oliva al cual le apliqué luego unas subidas de luz con una mezcla de verde bronce aclarándoloen sucesivas capas con amarillo para lograr un tono cálido y luminoso. En las zonas de los bajos y recovecos dí sombras con el color base con un poco de negro, en ambos casos tirándo la mezcla muy diluida con el aerógrafo.
después de barnizar con brillo apliqué las calcas con la ayuda de los productos Micro set y sol y unas horas después volví a barnizar, esta vez con mate.
El siguiente paso fué pintar los desconchones y arañazos, para ello recurrí a la técnica del esponjado que consiste en estarcir con un pequeño trozo de esponja la pintura sobre la maqueta. Para lograr un buen efecto con esta técnica debemos cuidar dos cosas; que la pintura no esté demasiado diluída y no recargar demasiado la esponja. Lo mejor es que probéis sobre otra cosa hasta que os hagáis con un poco de práctica. Yo utilicé tres colores en tres fases, la primera y más general con un color chocolate oscuro, luego encima de estas manchas otra vez con un color marrón rojizo y por último con naranja. De esta forma pude recrear manchas de óxido de diferentes tonos.
para resltar los volúmenes de la maqueta apliqué un labado con óleos mezclando negro, marrón oscuro y granate. Para ello utilicé los nuevos óleos de MIG que son muy finos y con una grán variedad de tonos.
Para los filtros locales recurrí otra vez a los óleos solo que esta vez utilicé una variedad de colores y tonos más amplia.
Para las zonas de roce y metal expuesto utilicé un lápiz de grafito de punta blanda sin insistir demasiado.
Con el tubo de escape y algunas zonas del chasis utilicé el óxido de dos componentes que ya he comentado muchas veces, en forma de labados para que el efecto no fuera tan exagerado.
El último paso fué el de los pigmentos para simular la tierra y el polvo adheridos. Con tres o cuatro tonos diferentes de tierra de MIG los apliqué en sucesivas capas con la técnica de "pigmentos soplados" que consiste en dar una capa de pigmento mezclado con abundante agua para a continuación escurrirlos tirándo agua con el aerógrafo hasta que no quede casi nada, de esta forma podemos imitar el efecto de la suciedad arrastrada por la lluvia.

En un mercado saturadísimo de tigres, Shermans, T34..... es de agradecer que algunas casas com SKP se lancen al agua con maquetas como esta que aportan originalidad a cualquier diorama o simplemente a nuestras vitrinas. Desde este artículo deseo hacerles llegar un mensaje de ánimo y apoyo y desearles un próspero futuro!

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