jueves, 30 de abril de 2009

Sherman marinero

M4A2 SHERMAN






El M4 Sherman fue el tanque que se produjo en mayor numero durante la segunda guerra mundial, con casi 50.000 unidades producidas superó en este aspecto al T34 soviético y aunque cualitativamente no podía compararse a los carros de combate alemanes la ventaja numérica con respecto a estos fue sin duda el factor más importante con el que contaron los americanos.
En el Pacífico la situación fue muy diferente debido a que los japoneses tenían una mentalidad con respecto a los tanques similar a la que se tenía en el resto del mundo 20 años antes, es decir, tenía que ser un soporte para la infantería y no un arma individual que tuviera que resolver una batalla por si misma.
De esta forma los japoneses nunca desplegaron grandes cantidades de tanques y las batallas entre estos fueron ocasionales y nunca a gran escala.
Por el contrario los americanos dieron una gran importancia a la utilización de carros y desde principios de 1944 tanto el ejército como los marines desplegaron sus Shermans en todas las operaciones destinadas a ocupar las islas.
El Sherman era vulnerable al cañón japonés de 47mm en los flancos por lo que a menudo se les dotaba de protección extra soldando placas de blindaje, eslabones de cadenas, o armazones que podían sujetar sacos de tierra. Esta medida servía también para proteger el carro de minas magnéticas o munición especial anti-tanque.
En 1942 el presidente Roosevelt amplió el programa de producción de carros de combate con la intención de fabricar solo ese año 45.000 unidades. El principal obstáculo sería proveer de motores a tantos tanque por lo que se decidió utilizar motores diesel GM Twin 6-71 que consistía en dos motores de autobús unidos. El Sherman que portaba estos motores se denominó M4A2 y fue destinado casi únicamente al programa de préstamo y arriendo con excepción de los Marines. El motivo era que no resultaba práctico en el teatro europeo mantener líneas de abastecimiento de gasolina y gasóleo a la vez. Sin embargo la armada ya utilizaba gasoleo para sus embarcaciones pequeñas por lo que no resultaba ningún obstáculo destinar parte a sus dotaciones de tanques.






La maqueta

La casa coreana Academy sigue aprovechando el bastidor del Sherman para lanzar al mercado nuevas versiones de este famoso carro de combate. Esta vez le ha tocado el turno al M4A2 y aprovechando la utilización de estos por los marines norteamericanos en el teatro del Pacífico durante la segunda guerra mundial, nos provee de todas las piezas extras que caracterizaban a estos tanques; chimeneas de respiración para el motor, blindajes adicionales en forma de maderas o planchas de metal soldadas y cadenas con extensores tipo “duckbill”. Aparte de estas piezas tenemos que añadir las que ya son marca de la casa que contienen eslabones de cadenas, ruedas, cajas de munición, bidones, herramientas, ametralladoras, petates y los siempre útiles numerales en relieve además de todo tipo de remaches, turcas y palometas.
La calidad de la maqueta es la habitual de Academy, es decir bastante alta. El montaje resulta muy ameno y sencillo y apenas hay que usar masilla para la uniones por lo que resulta una maqueta ideal para principiantes.
La hoja de calcas nos proporciona suficientes como para cinco tanques diferentes, todos ellos de los marines.
Como suele ocurrir en todas las maquetas, con esta también podemos mejorar algunos detalles y en mi caso lo he hecho sin recurrir a kits “after-market” y son las siguientes:


-Para simular la textura de fundición en la torre y el glacis frontal humedecí las piezas con disolvente nitrocelulósico y a continuación esparcí por encima un poco de bicarbonato, una vez seco lijé suavemente con papel de lija de grano fino para suavizar la textura.
-Sustituí las defensas de los faros delanteros y traseros de la maqueta que son demasiado gruesos por otros recortados en latón. Para dibujarlos correctamente usé una plantilla hecha previamente en plástico.
-Los números de serie de fabricación del glacis frontal y de la torre provienen de la plancha de piezas H y después de separarlos del soporte con un cutter muy afilado y mucho cuidado para no estropearlos los pegué con disolvente nitrocelulósico.
-Las correas que sujetan las herramientas están hechas con lámina de cobre que es mucho más dúctil que la de latón por lo que resulta más fácil de moldear para que no parezcan rígidas.
-En los buggies de las ruedas de rodaje taladré unos pequeños agujeros en el lado delantero ( según miramos al tanque de frente) como es posible observar en los reales y sustituí las guías superiores por otras hechas en lámina de estaño a la que añadí también unas tuercas que saqué de la plancha de piezas H.
-Para las defensas extra de los laterales del carro preferí utilizar madera real en lugar de las piezas que trae la maqueta ya que me pareció que quedarían más realistas. Para ello utilicé varillas de modalismo naval que pegué con pegamento de cianocrilato. Estas tablas estaban sujetas al carro por medio de pernos previamente soldados al casco por lo que realicé unos pequeños agujeros en las tablillas en los que luego coloque uso vástagos de plástico estirado a los que acerque luego una fuente de calor ( la llama de una vela) para que se achatara el extremo. A continuación limé un poco estas “cabezas” hasta dejarlas planas como si fueran unas arandelas y coloque en el centro de ellas unas tuercas.
-Las chimeneas de respiración del motor tienen una pasta alrededor de la unión con el casco donde se colocaba un trozo de “cordtex” que servía para detonar esta junta y eliminar así las chimeneas sin necesidad de salir del carro. La pasta esta hecha con masilla y los cables que accionan los detonadores y que salen de la escotilla del comandante, con hilo de cobre.
-Las únicas piezas comerciales que utilicé para mejorar la maqueta fueron un cañón torneado de aluminio y un juego de cadenas de eslabones de la marca AFV.


Para pintar mi maqueta elegí uno de los tantos Sherman que desembarcaron en Tinian en Julio de 1944, lejos de distinguirse de otros carros por sus distintivos, este Sherman es lo que podríamos considerar, de lo más anónimo. Mi intención desde el principio fue pintar un tanque muy estereotipado, como los que dibujan los niños, es decir verde y con muchas estrellas blancas.
El proceso de pintura fue de lo más sencillo, comenzando por aplica una capa base de color “olive Drab “ y tirando luego sombras y luces con el método habitual, es decir oscureciendo y luego aclarando el color base y tirándolo muy diluido con el aerógrafo.
Para suavizar contrastes apliqué un filtro general muy diluido con una mezcla de colores arena y verde insistiendo un poco más en las zonas superiores de la maqueta.
A continuación pinté las estrellas con la ayuda de una plantilla fotograbada y coloqué las calcas de los numerales.
Para realzar los detalles apliqué un suave lavado en las hendiduras y alrededor de las piezas con más relieve con una mezcla de óleos verde, marrón y negro.
El siguiente paso fue pintar los desconchones y arañazos, para ello utilicé pinturas acrílicas de color marrón oscuro con la técnica del estarcido. Esta técnica es ideal para simular los desconchones más pequeños, para ello tenemos que coger un pincel de cerda dura y quitarle todos los pelos hasta que solo le queden unos cinco. Mojamos el pincel muy poco en la pintura y descargamos un poco sobre un papel, a continuación “golpeamos” suavemente encima de la maqueta con el pincel en posición vertical de modo que solo las puntas de los pelos toquen la maqueta depositando sobre ella una cantidad de pintura mínima. Para los desconchones más grandes utilicé un pincel normal muy pequeño con el que simplemente dibujé las manchas de óxido.
Para variar un poco más el tono general del tanque y también el de los desconchones fui aplicando una serie d filtros locales con pinturas acrílicas de diversos tonos de verdes, ocres, arena y blanco. La forma de hacer estos filtros es la siguiente; primero mojamos la superficie de la maqueta con agua y a continuación depositamos una pequeña gota de pintura diluida en agua y la desparramamos un poco con la ayuda del pincel.
Para pintar las cadenas he probado un sistema diferente al que utilizo normalmente. En mis anteriores maquetas lo que solía hacer era partir de una base de color chocolate muy oscuro para ir dando sucesivos lavados de diferentes tonos de óxido para terminar aplicando pigmentos en polvo y por último grafito. Esta vez he partido de un color acero como son las cadenas originalmente para ir aplicando lavados de diferentes tonos de óxido, empezando por un tono muy oscuro para ir bajando hasta un naranja bastante chillón. De esta forma el color acero original solo se veía en las zonas más expuestas. Más tarde, al tener claro los pigmentos que utilizaría para la peana apliqué esos mismos tonos a las cadenas y por último froté con un lápiz de difuminar el nuevo pigmento metálico de MIG para dar un tono pulido a las partes de las cadenas que sufren más fricción.
Para dar una capa de tierra al carro utilicé pigmentos MIG de diferentes tonos aplicándolos de forma similar a los filtros locales, es decir, humedeciendo primero la maqueta con agua y depositando pequeñas cantidades de pigmento con un pincel desparramándolos un poco.
Por último y al igual que en las cadenas froté las partes de más roce del carro con pigmento metálico, insistiendo en las ruedas tractoras y tensoras.


La peana

Aprovechando que el tren de rodaje de la maqueta es funcional, al igual que las cadenas de AFV, aproveché para hacer un terreno un poco desnivelado al que se adaptase el tren de rodaje.
Sobre una base de madera de pino forme los niveles del terreno con madera de corcho pegando sucesivos trozos con cola blanca. Una vez que el corcho estaba firmemente pegado apliqué una capa de masilla Das Pronto a la que textura un poco espolvoreando sobre ella arena fina y algunas piedras.
Antes de que la masilla endureciera coloqué las tablas que conforman el camino presionándolas sobre el terreno para que se adaptasen al mismo.
Para pintarla di una capa base de color marrón medio a todo el conjunto, incluso a las tablas, luego apliqué unos lavados con óleos de diferentes tonos de marrón, amarillo y blanco sobre las tablas.
Una vez seco el óleo utilicé los pigmentos en polvo frotándolos directamente sobre el terreno con un pincel grande.
Para acabar esparcí sobre algunas partes del terreno un poco de ovillos de mar para simular la hierba, fijándolos con un poco de cola diluida en agua.

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